INCONTINENCIA ANAL
La Incontinencia Anal puede alterar la vida cotidiana de una persona, incluso su vida social y sexual. Ocurre con la salida involuntaria de excremento en un momento o sitio inapropiado, por al menos dos ocasiones en el transcurso de un mes. La buena noticia es que sí tiene solución.
Es más común en las mujeres y los riesgos de padecer Incontinencia Anal aumentan con la edad. Puede ser causada por lesiones traumáticas en el esfínter por fracturas de pelvis, inserción de cuerpos extraños, lesiones postquirúrgicas y obstétricas; problemas neurológicos por lesiones en la médula espinal, deterioro de la función mental por infarto o demencia, esfínter laxo provocado por abuso de laxantes y otros fármacos. También, la Incontinencia Anal puede ser causa de malformaciones congénitas. Otros factores que influyen son:
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Trastornos Neurológicos, que pueden ser alteración motora o sensorial de la función del esfínter anal.
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Anormalidades anatómicas, suceden cuando se rompe el esfínter anal después de parto vaginal o cirugía anorrectal.
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Síndromes Diarréicos, cuando hay presencia de excremento de consistencia que no puede ser controlada.
La Incontinencia Anal menor se diagnostica cuando hay escape inadvertido de gases o manchado de ropa interior, como resultado de condiciones anorrectales menores como Hemorroides, Fisura Anal, prolapso parcial de la mucosa, daño postquirúrgico del esfínter anal interno. En el caso de la salida involuntaria de una evacuación de consistencia normal, se diagnostica la Incontinencia Anal de grado mayor, como consecuencia de daño al complejo muscular-esfintérico.
La Incontinencia Anal es más común de lo que crees.
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¿Cómo se trata?
Para sanar un padecimiento como la Incontinencia Anal es necesario hacer una terapia de reeducación anal antes de considerar opciones quirúrgicas. Esto representa un reentrenamiento muscular que permita devolver al esfínter su funcionamiento normal. En la mayoría de los casos son suficientes de cuatro a seis sesiones y este método es exitoso en un 70 y 80%.
En caso de que el médico así lo considere, el tratamiento quirúrgico implica la reparación directa del esfínter anal hasta la colocación de un esfínter artificial, dependiendo de la técnica que se utilice.
El especialista, después de hacer una historia clínica completa, realiza estudios para llegar a un diagnóstico preciso sobre los factores que están interviniendo y ofrecer al paciente la terapia apropiada para su caso en particular. Estos exámenes pueden ser Manometría Anorrectal, Ultrasonido Endoanal, Defecografía, Electromiografía.
De manera global, los tratamientos de reeducación anal y quirúrgicos (sobre todo combinados) tienen una tasa de éxito de aproximadamente 80% en la curación de la Incontinencia Anal.
¡La Incontinencia Anal no tiene por qué ser un problema que altere tu vida diaria!
RECUPERA EL CONTROL Y SIÉNTETE BIEN