Cuidados tras la aplicación de toxina botulínica para fisura anal

La Toxina Botulínica, también conocida como Botox, es un compuesto utilizado en Coloproctología para tratar exitosamente la Fisura Anal Crónica. El tratamiento consiste en inyecciones que tardan cuatro meses en degradarse en el cuerpo, tiempo suficiente para que una lesión anorrectal como la Fisura Anal Crónica, por ejemplo, cicatrice adecuadamente, aun en pacientes diabéticos, con trastornos circulatorios o inmunosuprimidos.

Su aplicación se realiza en consultorio. El especialista hace una digitalización del ano y realiza un tacto para localizar el esfínter anal, que es donde se coloca la inyección de Toxina Botulínica; esto podría causar leves molestias en el momento, sin embargo, el paciente puede retomar sus actividades normales de inmediato.

¿Qué hacer después del tratamiento con toxina botulínica?

El paciente puede regresar a sus actividades habituales tan pronto como lo considere pertinente. Las únicas restricciones que se le piden al paciente están relacionadas con la alimentación, obvio es decir que los alimentos picantes, irritantes, condimentados, están prohibidos por un tiempo, mientras la fisura cicatriza, porque pueden causar más ardor.

Algunos ejercicios que aumentan la presión intraabdominal, como pilates y spinning, son también restringidos.

Fuera de esto, el procedimiento de aplicar la toxina botulínica ha sido una tendencia que ha facilitado el tratamiento y curación de pacientes con la fisura anal crónica, siendo su principal beneficio que el esfínter anal queda intacto tras la inyección, sin el riesgo de presentar una incontinencia en el futuro.

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